Las callecitas de Cartagena son el
mejor recuerdo que usted se puede llevar de nuestra ciudad. Son tan recordadas,
que aquí la nomenclatura muy pocos la conocen. Es más fácil ubicarse por el
nombre de las calles.
Calle
de Tumbamuertos
En un principio se le llamo Calle de
Nuestra Señora del Popolo.
Para mediados de 1876 Cartagena fue
asolada por una terrible epidemia que llamaron “el tablón”, que no fue otra
cosa sino lo que hoy conocemos con resfriado muy fuerte. La peste acabo con
bastantes personas en la ciudad. Hubo casas donde no sobrevivió nadie.
Cuando los vecinos del barrio de San
Diego iban a enterrar a sus difuntos tenían que pasar por esta calle y hubo la
casualidad que en dos o tres ocasiones por el pésimo estado de las vías, los
que cargaban el muerto se caían con todo y ataúd al suelo; y desde ese año de
1876 cada vez que alguien quería dar una dirección de la calle decía: “allá en
la calle donde tumban a los muertos”. Y según dicen que a los vecinos hasta se
les ocurrió que en esa calle había alguna clase de duende que festejaba cuando
hacia caer los fúnebres transeúntes
Calle
la Mantilla
Se le llamo en un principio Calle de
Nuestra Señora de la Bendición
Leyenda:
Don Baltasar de Soriano, alto empleado
de la Real Hacienda vivía en una de sus casas con su hija María de Encarnación.
Don Juan Pérez de Guzmán fue nombrado Gobernador de Cartagena en 1658, y hubo
de enamorarse de la muchacha. Pérez de Guzmán la pidió en matrimonio, mas la
boda no se llevaba a cabo.
Más tarde fue nombrado Gobernador de Puerto Rico, y se largó a la isla en el primer galeón que zarpó sin avisar a nadie de la familia. Cuando María de Encarnación se enteró de la partida de su prometido, apenada, se estranguló con la mantilla de seda que se ponía los domingos para ir a misa. Y es que el vil novio aparte de dejarla plantada la había embarazado. Desde entonces la calle se denomino de la Mantilla
Más tarde fue nombrado Gobernador de Puerto Rico, y se largó a la isla en el primer galeón que zarpó sin avisar a nadie de la familia. Cuando María de Encarnación se enteró de la partida de su prometido, apenada, se estranguló con la mantilla de seda que se ponía los domingos para ir a misa. Y es que el vil novio aparte de dejarla plantada la había embarazado. Desde entonces la calle se denomino de la Mantilla
Calle
de la Sierpe
Leyenda:
Dícese que muy a menudo los habitantes de esta calle escuchaban en las horas de la noche un ruido como de algo grande arrastrándose sobre el pavimento y como con cascabeles de serpiente. Nadie atinaba a dar explicación a lo que oían, puesto que no tenían el valor suficiente como para asomarse.
Dícese que muy a menudo los habitantes de esta calle escuchaban en las horas de la noche un ruido como de algo grande arrastrándose sobre el pavimento y como con cascabeles de serpiente. Nadie atinaba a dar explicación a lo que oían, puesto que no tenían el valor suficiente como para asomarse.
Cuando en 1608 el alcalde de la ciudad
(Don Antonio de Viloria) quiso vigilar en persona la calle, una noche por fin
se pudo develar el misterio. De repente, de la nada salió una enorme serpiente,
amenazante como ella sola: ojos fosforescentes, retorciéndose y agitando
ruidosamente los grandes cascabeles que llevaba en el rabo. El alcalde, que no
era un cualquiera enfrentando espantos, trazó unas figuras mágicas en el aire y
que había aprendido cuando estuvo en la isla de Santo Domingo.
Dicho conjuro surtió efecto puesto que
la tal culebrota se tornó en lo que realmente era: una mujer común y corriente,
una bruja. Esta, viéndose perdida, le pidió perdón al alcalde, mas fue
encarcelada sin piedad. Presa estuvo hasta 1614 cuando La Inquisición la
condenó a doscientos azotes y al destierro definitivo.
Calle de Quero
En tiempos de la Colonia se conocía
como Calle de Nuestra Señora de Valencia.
Leyenda
Hay en esta calle una casa que es
reconocida como "tenebrosa". Allí vivió Miguel Cuero, un tipo muy
avaro y rico que heredó su fortuna de unos parientes. Este personaje resolvió
un día cambiarse el apellido a Quero, puesto que a su madre antes la llamaban
"Cuero de gato curtido", y esto como que le causaba vergüenza.
Dedicado a cuidar su preciado tesoro, una noche escuchó ruidos en su casa y
acudió a ver qué pasaba. Llegó hasta el baúl donde guardaba sus haberes y
comenzó a contar todas las piezas, una por una. En esto estaba, cuando la
pesada tapa del baúl le cayó encima de la cabeza y así terminó sus días el
avaro de Miguel Quero.
Al cabo de un tiempo el olor del
cadáver alarmó a los vecinos que avisaron a las autoridades, quienes entraron a
la fuerza en la casa hallando el cuerpo inerte hinchado de gusanos. Pronto
surgieron leyendas alrededor de la casa. Tarde de noche no había quien osara
siquiera pasar frente a la casona.
En cierta ocasión, un
"valiente" que se fumaba un cigarro frente a la casa para calmar el
susto vio como alguien le pedía candela desde el balcón, y privado quedó el
tipo al ver una mano larga y huesuda que le arrebataba de la propia boca el
cigarrillo. Una vez llegó un antioqueño con el propósito de erradicar de una vez
por todas a los fantasmas y pidiendo permiso se alojó en la mansión. Esa misma
noche, después de acostarse, el paisa escucha unos ruidos y acude armado de
revólver a ver qué pasaba. Pasó una sombra delante suyo y el hombre descargó
seis tiros de una vez. Y estupefacto vió como le devolvieron las seis balas
mientras una fantasmal voz decía: "A mi no me hacen daño tus balas; ahí te
las devuelvo".
Dicen que el antioqueño quedó loco
luego de este suceso y terminó sus días recluido en un manicomio.
Calle de Tripita y Media
Antiguamente se conocía como Calle
Canabal.
Leyenda:
Se dice que en la Calle de La
Magdalena en una casa como cualquier otra vivía una muchacha con su familia;
eran pescadores que se ganaban la vida modestamente en cercanías del Caño San
Anastasio, hoy desaparecido bajo el sector de La Matuna. La joven en cuestión
era muy poco llamativa en cuanto a belleza se refiere. Ayudaba a sus hermanos
en el proceso de pesca.
Cierto día tomó la costumbre de
apartar la tripa de cuanto pescado descuartizaba para después comérsela ella
sola luego de sazonarla y freírla. No tardó el vecindario en enterarse del
singular hábito de la muchacha y tardó mucho menos en apodarla "La
Tripita".
Un día festivo en que el pueblo estaba
en las calles, la niña resolvió acicalarse para salir también, y se puso unas
medias que le había regalado la madrina. Los vecinos al notar la prenda que
estrenaba con orgullo la muchacha no atinaron sino a exclamar: "Vee, si la
tripita lleva medias puestas". Y según dicen, a partir de entonces la
llamaron "Tripita y media". Cuando se quería ubicar a alguien, la
gente común decía "Allá donde vive la tripita y media". Y ya la calle
lleva más de doscientos años con este peculiar apelativo.
Calle
de las Damas
A principios de 1600 se le llamó calle de nuestra señora de los ángeles.
Leyenda
Dice la leyenda que cuando el gobernador Anastasio zejudo Núñez rindió cuentas de la construcción de las murallas al entonces rey de España, Carlos Vi, y que había costado toda una fortuna, el rey quiso ver desde su mansión real en la madre patria con un catalejo la magnitud de tan costosa obra. Como no lo logró, en complicidad con algunos íntimos decidió irse hasta la propia Cartagena vestido de mujer para así poder ver más de cerca las murallas. se alojó en una de las casas de esta calle. Obviamente llegaron de incógnitos, y como nadie pudo identificarlos, los vecinos se imaginaron cuanta teoría se le viniera a la mente. al fin no pudieron dar con la identidad de tales señoronas, de tales "damas", quienes volvieron a España pasados unos días. de aquí viene entonces el nombre de esta calle.
Dice la leyenda que cuando el gobernador Anastasio zejudo Núñez rindió cuentas de la construcción de las murallas al entonces rey de España, Carlos Vi, y que había costado toda una fortuna, el rey quiso ver desde su mansión real en la madre patria con un catalejo la magnitud de tan costosa obra. Como no lo logró, en complicidad con algunos íntimos decidió irse hasta la propia Cartagena vestido de mujer para así poder ver más de cerca las murallas. se alojó en una de las casas de esta calle. Obviamente llegaron de incógnitos, y como nadie pudo identificarlos, los vecinos se imaginaron cuanta teoría se le viniera a la mente. al fin no pudieron dar con la identidad de tales señoronas, de tales "damas", quienes volvieron a España pasados unos días. de aquí viene entonces el nombre de esta calle.
Calle de Don Sancho
Se la denominó así
por haber vivido en ella el célebre don Sancho Jimeno, general español que
defendió el castillo de Bocachica cuando el barón de Poitiers atacó a Cartagena
el 13 de abril de 1697.
Callejón
de los Estribos
Se llamó en un principio de nuestra
señora de la luz.
Leyenda
Cuando los frailes dominicos terminaron la obra de la iglesia de santo domingo en 1559, al poco tiempo observaron que los cimientos del edificio estaban cediendo por el lado de dicha calle. Así decidieron los dominicanos construir los actuales contrafuertes que se pueden observar y es por esto que la calle, al volverse más estrecha, pasó a llamarse callejón de los estribos.
Cuando los frailes dominicos terminaron la obra de la iglesia de santo domingo en 1559, al poco tiempo observaron que los cimientos del edificio estaban cediendo por el lado de dicha calle. Así decidieron los dominicanos construir los actuales contrafuertes que se pueden observar y es por esto que la calle, al volverse más estrecha, pasó a llamarse callejón de los estribos.
Calle
de la Inquisición
Antes del año 1600, la calle fue
conocida con el nombre “Nuestra Señora de la Concepción”, pero instalado el Santo
tribunal de la Inquisición, la vía fue llamada tal y como se le conoce hoy.
Calle
Gastelbondo
su primitivo nombre era calle de
nuestra señora del niño perdido.
Leyenda
se dice que debajo del baluarte de santo domingo todas las noches salía un "mohán", que saltaba dentro del pozo que hay en una de las casas, y armaba gran estrépito que no dejaba dormir ni a la dueña de la casa ni a los vecinos de por allí.
Doña dolores pasco de vela, dama religiosa por excelencia, queriendo acabar con el duende le ofreció a la virgen del Carmen que fundaría un colegio si lograba erradicar al espectro que tan desvelados tenía a todos en los alrededores. al poco tiempo el mohán se esfumó y doña Pasco fundó entonces el colegio del Carmen el 16 de julio de 1840.
se dice que debajo del baluarte de santo domingo todas las noches salía un "mohán", que saltaba dentro del pozo que hay en una de las casas, y armaba gran estrépito que no dejaba dormir ni a la dueña de la casa ni a los vecinos de por allí.
Doña dolores pasco de vela, dama religiosa por excelencia, queriendo acabar con el duende le ofreció a la virgen del Carmen que fundaría un colegio si lograba erradicar al espectro que tan desvelados tenía a todos en los alrededores. al poco tiempo el mohán se esfumó y doña Pasco fundó entonces el colegio del Carmen el 16 de julio de 1840.
Calle
Ricaurte
Nombre es en honor del héroe de la
nueva granada Antonio Ricaurte. en un principio se llamó calle de nuestra
señora de las latas y luego calle de santa teresa.
Leyenda
se dice que en una de sus casas habitaban duendes. la noche que el general Tomás Cipriano de Mosquera celebraba la victoria de guaspud, donde habría de perder el general Juan José Flórez, en las casas contiguas no pudieron dormir a causa de un gran bullicio, chocar de espadas y copas de vidrio reventadas en el suelo.
se dice que en una de sus casas habitaban duendes. la noche que el general Tomás Cipriano de Mosquera celebraba la victoria de guaspud, donde habría de perder el general Juan José Flórez, en las casas contiguas no pudieron dormir a causa de un gran bullicio, chocar de espadas y copas de vidrio reventadas en el suelo.
a la mañana siguiente, indagaron a los
dueños de la casa cuál era el motivo de tanto festejo esa noche. Respondieron
que no habían hecho absolutamente nada, mas la señora de la casa dijo haber
soñado con una gran fiesta que se daba en casa del General Mosquera.
Lleva este nombre en
honor del héroe granadino Antonio Ricaurte, que murió en la batalla de San
Mateo el 25 de marzo de 1814.
Calle de Nuestra
Señora del Carmen
En un principio se le
llamó Calle de Nuestra Señora de Chiquinquirá, y luego tomó el nombre actual.
Leyenda:
Se cuenta que todas las noches a las doce en punto los
vecinos veían salir de una de las casas un carro, similar a un coche, remolcado
por dos caballos, encendido completamente en llamas, en cuyo centro iba alguien
que tiraba chispas por los ojos. Se desplazaba raudo para luego meterse en una
casona de la Calle de La Factoría, mas nunca era visto regresar adonde salió.
Todas las noches ocurría lo mismo hasta que jamás volvió a aparecer el
endiablado coche.
Calle
Nuestra Señora del Rio
Luego de fundado el convento de santo
domingo el diablo en persona se encargaba de aparecerse todas las mañanas a los
feligreses que fielmente acudían al templo, con tal de estorbarles en su
camino. mas la gente llegó a ver tanto al demonio que se acostumbró a no
determinarlo siquiera. el diablo, ofendido y burlado, tramó entonces una
artimaña.
Al día siguiente los feligreses vieron
como las calles de acceso estaban obstruidas por enormes piedras. ante el
alboroto formado por los vecinos y acudientes a la misa el superior del templo
se enteró de lo que pasaba, y saliendo llegó hasta donde estaban los peñascos,
hasta tocarlos diciendo: "Lucifer, con dios tú no puedes", para luego
empujar aquellas moles que cayeron con estrépito. Se escuchó entonces una
terrible carcajada y un gran aleteo se sintió en el cielo al tiempo que un olor
a azufre invadía las cercanías
Calle de la
Soledad
Terminada
la construcción del convento de San Agustín; los religiosos resolvieron
edificar la iglesia, la cual quedaba en el lugar que actualmente ocupa la
imprenta departamental y parte de la Biblioteca Fernández de Madrid. En dicha
iglesia estaba instalada la cofradía de nuestra Señora de Altagracia soledad de
María del santo entierro de Cristo. Hasta fines del año 1875, era costumbre que
para el viernes santo salía de la iglesia, a las doce de la noche, la imagen de
Nuestra señora de la soledad. Recorría varias calles del centro amurallado y se
encaminaba al templo de la santísima trinidad y allí permanecía una hora, y
luego regresaba, casi al amanecer. Por eso viene el nombre a esta calle el cual
tomo la cofradía nuestra señora de Altagracia soledad de maría de santo
entierro.
Calle de
las Bóvedas
En 1789 llevase a cabo la edificación de las
bóvedas en las murallas de santa catalina , obra que costó un millón setecientos
cincuenta mil pesos. Calle que arranca de la plaza San diego, y que mira de
frente a la calle Tumbamuertos, tomo
inmediatamente el nombre de las Bóvedas.
Calle del Curato
El nombre de esta
calle, que es donde Gabriel García Márquez tiene la casa que le construyó el
arquitecto Rogelio Salmona, le viene porque una vez terminada la iglesia de
Santo Toribio, el curato de los sacerdotes que administraban el templo quedaba
en la casa de al lado.
Calles primera y segunda de Badillo
Hoy están repletas de
puestos de chucherías y comida. Su nombre fue tomado del célebre visitador
español que fue gobernador de la provincia de Cartagena en 1536, don Juan de
Badillo, quien vivió en ambas vías. Encarceló a Pedro de Heredia y lo sometió a
un tortuoso proceso judicial.
Calle
Baloco:
Es una de las calles más tradicionales
y típicas de Cartagena, situada en un sector importante de la ciudad. El nombre
oficial de esta calle es Nuestra Señora de Guadalupe, En ella vivió don Francisco Baloco Leigrave, que se desempeñó como
gobernador de Cartagena en 1716
Calle del Tablón
Calle del Tablón
Primero se llamó calle de Nuestra Señora de los Valles, y después, calle de la
Imprenta, porque en una de sus casas funcionó la primera imprenta establecida
en Cartagena. Más tarde, se le puso calle del Tablón porque, según algunos, en
ella murió el primer enfermo de una epidemia que azotó a la ciudad y que el
pueblo denominó el tablón , y según otros, porque solía inundarse con los
aguaceros y los vecinos ponían un tablón para que la gente pasara de una acera
a otra
Calle de la
Factoría
También llamada Calle de la
Marquesita. su nombre oficial es calle de nuestra señora de La Candelaria. Se
dice que fue llamada así por la fábrica de Harinas que el Marqués de Valdehoyos
tenía en su casa.
Calle
Cochera del Gobernador
El nombre oficial de esta calle es el
de “Nuestra Señora de los Desamparados, patrona de Valencia. En alguna época la
casa contigua a la Gobernación, en esta calle, estuvo comunicada con el
Palacio.
Se destino para guardar los vehículos
del gobernador en unos lugares que existieron precisamente en el lugar que hoy
ocupa la casa, por eso el nombre Cochera.
Calle
de la Merced
Su nombre proviene por que en el lote
del terreno que ocupa el Teatro de Heredia, existió la Iglesia de la Merced
Calle de la
Universidad
Esta calle ha tenido varios nombres.
Primero se llamó calle Rafael Calvo, por orden del ayuntamiento se estableció
que llevara el nombre de este destacado y meritorio hijo de Cartagena, quien
vivió muchos años en esta vía. Luego, a raíz de la fundación de la primera escuela
pública de niñas, llamada “La Igualdad” adoptó el mismo nombre, y hoy es
llamada Calle de la Universidad en honor al Alma Mater de Cartagena.
Calle de
Santa Clara:
Inicialmente calle de nuestra señora
del Tránsito, después calle del Torno de Santa Clara, debido a que en la
entrada de la puerta principal del convento existió el clásico Torno. El 13 de
abril de 1683 esta calle fue escenario de un enfrentamiento entre los frailes
franciscanos y las monjas del convento de Santa Clara debido a las medidas implantadas
por el obispo de la Diócesis, Miguel Antonio de Benavides, en beneficio del
clero. En este año las clarisas le solicitaron al obispo que las
libertara del mandato de los monjes de San Francisco y esto dio lugar a que
estallara entre ambas comunidades una cruenta guerra.
Calle de
San Agustín
Fue llamada por muchos años como calle
de nuestra señora del consuelo o de San Agustín Chiquita, nombres derivados de
la Capilla y Convento de San Agustín de gran importancia durante la era
Virreinal.
Calle Santa
Teresa
Existen tres calles de Santa Teresa.
La primera va desde la esquina de Baloco o la esquina de las Damas, cuyo nombre
oficial es nuestra señora de Las Latas, la segunda que corre de la esquina de
Baloco a la esquina de San Juan de Dios (torno de Santa Teresa) y la última que
va de la esquina de Baloco hasta la playa del triunfo (calle de la victoria de
Santa Teresa).
Calle
de Santo Domingo
Hay tres calles que conducen a la
iglesia y convento de Santo Domingo, la que corre entre la esquina de la calle
de Baloco y la plaza de Santo Domingo (calle de nuestra señora del Carmen) y la
que viene de la esquina de santos (calle de nuestra señora del Rosario o del
palenque). En su vecindad vivió el prócer de nuestra independencia doctor José
Fernández De Madrid.
Calle
de Nuestra Señora de Landrinal
Recibe este nombre debido a que en
esta calle había un patio desolado en el cual había un árbol frondoso que daba
fruto entre acido y dulce y su corteza era dura y este árbol se le llamaba
Landrinal. Parece que andrinal traducía huerto y landrinal fruto y por esto
recibió ese nombre
Calle
del Arzobispado
Esta calle fue conocida con el nombre
de la iglesia, seguramente por cercanía a la catedral más tarde fue llamada del
cementerio de la iglesia, porque era costumbre en aquellos tiempos enterrar a
los difuntos que habían vivido en jurisdicción de cada parroquia y en la
iglesia de la catedral les daban sepultura.
Calle
San Pedro Claver
En la época de la colonia se llamo
también Nuestra Señora de la Salud. Mas tarde las autoridades locales
dispusieron que la vía llevara el nombre del defensor de los esclavos, San
Pedro Claver
Calle
Cabal
Está situada entre la Plaza de la
aduana y la calle del Candilejo , a finales del año 1898 el cabildo dispuso que
la via citada se llamara calle Antonio de Real, pero ninguna autoridad ha
ordenado tal orden
Calle
de la Amargura
Recibe este nombre ya que el 17 de
junio de 1626 verificose en esta ciudad el segundo “auto de fe” preparado con
toda solemnidad por el tribunal de la inquisición. el miércoles 16 salió del
palacio del santo oficio la ultima ritual , procesión que anunciaba la
condena de los herejes.
La Procesión tomo la Calle lozano,
Plaza de los Coches, Plaza de la Aduana y al llegar a la Calle de la Amargura
el reo, Pedro Sánchez Mancera le dijo a su compañero Amaro Gómez:
“Amigo, falta muy poco para llegar al
lugar del tormento apenas nos falta andar la callecita que viene, que con el
tiempo debería llamarse, La ruta de la Amargura” y a esto se le debe el nombre
de la calle
Calle
Cochera del Hobo
En épocas de la colonia se llamo calle
“Nuestra Señora del Socorro”
Algunos historiadores sostienen que un
amplio solar existía una cochera de propiedad del señor Antonio Álvarez,
apodado como el “Lobo” por unas largas y ásperas barbas que el tipo tenia. Se afirma
que la cochera en cuestión era muy solicitada por que su dueño atendía con
paciencia a los muchos cocheros que hasta aquí llegaban para guardar sus
vehículos y caballos.
Otra versión es que en la esquina de
esa calle con Plaza de san diego, había un árbol denominado Hobo o Jobo y por
eso la calle tomo ese nombre.
Calle
Stuart
Su primitivo nombre fue “calle de
santa clara” por la vecindad del convento de santa clara de asís, esta calle es
la que arranca de la calle curato a la plaza san diego.
Calle
del Sargento Mayor
Esta calle del “Sargento Mayor” fue
para la vida pasada de Cartagena, lugar de suma importancia, Anteriormente se
denominaba “nuestra señora de los reyes”. En dicha calle vivió por largos años
el sargento mayor don Juan Toribio de Herrera Leiva, y la calle tomo el nombre
de “Sargento Mayor”
Calle
del Santísimo
En esa calle vivía un señor y pocas
casas después de su residencia vivía una familia de apellido Villareal. De las hijas de Fernández
sobresalía una niña llamada Constanza donosa inteligente bondadosa y bonita. Jerónimo
Villareal se enamoro perdidamente de ella. Una mañana, muy temprano varios
miembros de la familia Fernández y Villareal se vieron cara a cara. Las espadas
salieron a relucir y se armo una gran batalla. Cuando del templo de santo Toribio
se dejo oír la campanilla del monaguillo
que marchaba detrás de un sacerdote que portaba el santísimo el cual iba a
visitar a un enfermo grave vecino de la calle. Cuando los contrincantes se
dieron cuenta de que el viatico pasaba inmediatamente suspendieron la pelea y
todos marcharon detrás del sacerdote y este les dio un platica cristiana. Los Fernández
y los Villareal sintieron dentro de su pecho algo nuevo que los lleno de
inefable regocijo. se miraron unos a otros sonrieron se acercaron y se estrecharon
las manos . Desde aquel momento la paz cobijo a las dos familias y la calle
teatro de la refriega se llamo “el santísimo”
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